Sin la reforma electoral, el Gobierno impulsa cambios para darle sello propio a la organización de su primer comicio
El Gobierno prepara una batería de medidas para dejar su sello en las elecciones legislativas de este año, a pesar de que se regirán por la vieja ley debido a la caída de la reforma electoral, decidida por el bloque de senadores peronistas, entre las que figuran un cuarto oscuro complementario, mejora de la trazabilidad y el llamado a una licitación internacional para reemplazar a la receptora y transmisora de datos española Indra.
Según anticiparon a Télam fuentes del ministerio de Interior, la semana próxima ya comienzan las primeras licitaciones relacionadas a la realización del comicio, cuyas primarias serán el segundo domingo de agosto y la general el cuarto domingo de octubre.
La primera licitación será para la impresión del padrón electoral, mientras que entre fines de febrero y marzo está previsto un llamado a licitación internacional para la transmisión de datos, consignó Télam.
Desde hace varios años, la empresa española Indra es la encargada de la recepción y difusión de los datos del escrutinio provisorio, cuya sugestiva demora en la transmisión la noche de la última elección presidencial despertó una enorme controversia entre el entonces gobernante kirchnerismo y la oposición.
Fuentes oficiales aseguran que la idea "no es seguir con Indra" sino "llamar a una licitación internacional y conocer a nuevas empresas interesadas en ofrecer el servicio" que culminen en "un adelanto y mejora en la transmisión de los datos".
Desde la secretaría de Asuntos Políticos a cargo de Adrián Pérez, en cuya órbita funciona la Dirección Nacional Electoral -responsable de toda la lógistica-, tienen decidido también más medidas, como aplicar el cuarto oscuro complementario.
La idea -que es vieja y estaba contemplada en la reforma electoral- es que haya un cuarto oscuro en cada establecimiento electoral no asignado a determinados votantes sino que exista como una reserva en caso de que se roben las boletas y no haya repuesto.
También se prevé incrementar la cantidad de efectivos de seguridad en determinadas "zonas calientes" en las que los fiscales y presidentes de mesa reportan más acoso (y más ausencia o complicidad policial), especialmente en el conurbano bonaerense.
Por otra parte, también se avanzará en las próximas semanas con los convenios que hacen falta para agosto, como el que debe suscribirse con el Correo Argentino para el traslado de las urnas y con el comando electoral que depende del ministerio de Seguridad.
Desde que el peronismo frenó en el Senado la reforma electoral a fines del año pasado, en la Casa Rosada analizaron la posibilidad de insistir con el proyecto que buscaba implantar la Boleta Única Electrónica y, en caso de ser aprobado, hacer una aplicación parcial en cinco o seis provincias.
Sin embargo, las conversaciones discretas que mantuvieron funcionarios de Interior con senadores del PJ dieron la impresión de que "la situación no cambió y los votos no están", especialmente por los legisladores que responden a Gildo Insfrán (Formosa), Alicia Kirchner (Santa Cruz) y Carlos Verna (La Pampa).
Por lo tanto, aunque no se descarta que entre marzo y junio vuelva a insistirse, Cambiemos ya da por descontado que sus primeras elecciones a cargo del Ejecutivo serán bajo la actual legislación y sólo intentarán aplicar los cambios citados: "A lo sumo se puede mejorar la elección con el sistema viejo, mucho más no se puede porque hay una limitación legal".
La semana pasada, la Cámara Nacional Electoral -quien esperaba que la Rosada le entregara la facultad del escrutinio provisorio, algo contemplado por la reforma- emitió una acordada reglamentando el recuento provisorio, el cual fiscaliza pero no realiza -sí el definitivo, único con validez legal-.
"Son las mismas cosas que estábamos pensando nosotros y que habíamos conversado con ellos", aclaran desde Interior, que igual no se mostraron contrarios a lo dispuesto por la CNE.
La Cámara llamó además a "abreviar el tiempo de transmisión de los datos, a través de procedimientos como el escaneo en el propio establecimiento de votación, para lograr una carga más amplia de información y, por lo tanto, más homogénea y representativa del resultado de la elección y asegurar a las agrupaciones políticas una mayor amplitud en su fiscalización", además de pedirle al Correo que disponga "colocar un sistema de trazabilidad" en las urnas y mesas electorales.